Los pellets son unos cilindros muy pequeños, de unos pocos milímetros de diámetro, elaborados a partir de serrín natural seco. Es un tipo de combustible catalogado como biomasa sólida.
No tienen ningún aditivo, ya que se emplea la propia lignina que tiene el serrín como aglomerante. Para ello, se comprime el serrín a alta presión para formar el pellet, que hace que los pellets tengan una composición muy densa y dura. Gracias a esto tienen un gran poder calorífico.
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Usos de los pellets
Los pellets se pueden usar para abastecer de calefacción y agua caliente a cualquier tipo de vivienda, tanto unifamiliares como comunidades de vecinos, empresas, hoteles o cualquier otro tipo de edificio o inmueble. La instalación que emplea este combustible son estufas o calderas especiales para pellet, que son muy cómodas y sencillas de usar. Además, los pellets se pueden transportar y utilizar de la misma forma que cualquier combustible líquido, pero cuenta con muchas más comodidades.
Los pellets son 100% naturales, con las ventajas de que no son tóxicos, no contaminan y no son peligrosos para la salud en ningún caso.
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¿Dónde y cómo comprar los pellets?
En sacos de 15kg, la forma más cómoda para usuarios con un pequeño consumo. Estos sacos son manejables y cualquier persona puede vaciarlos dentro de la caldera o estufa de pellets.
A través de BigBags de aproximadamente 1000 kg, especialmente indicados para calderas de pellets que no permiten el suministro con camión cisterna. Resultan bastante más económicos que los sacos de 15kg.
Mediante un camión cisterna, la forma más económica y práctica para grandes consumidores. El pellet se suministra directamente desde el camión cisterna hasta el depósito de la propia caldera a través de la manguera del camión. Todo se gestiona de forma automática y no es necesario manejar manualmente el pellet en ningún momento.
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Ventajas de este sistema:
Resulta muy económico, su precio es la mitad que el del gasóleo.
No se talan árboles para la creación de los pellets, ya que para su creación se utiliza serrín procedente de desperdicios en serrerías y carpinterías.
La mayor parte de las estufas y calderas de este tipo están totalmente automatizadas, de tal forma que funcionan sin necesidad de que intervengamos, ya que autorregulan la potencia y se encienden y apagan solas según lo que programemos.
Al tener mucha densidad y estar en formato granulado ocupan muy poco espacio, además se pueden transportar fácilmente.
No contamina, por lo que ayudamos a reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Al ser 100% natural, no resulta peligroso ni produce malos olores como el gasóleo.
Como se trata de una energía renovable, su implantación tiene ciertas ayudas y subvenciones por parte del Estado.
No genera prácticamente humo, ya que poseen un sistema de salida de gases al exterior.
El pellet no caduca ni se estropea, siempre que se guarde en un lugar seco.
