Hemos hablado recientemente sobre la importancia de elegir un buen sistema de calefacción que nos permita ahorrar en el gasto energético y en nuestra factura en los meses de más frío, ya que calentar nuestra casa supone un 46% del gasto energético en el hogar. Sin embargo, hoy te presentamos una serie de trucos y consejos que en el día a día te harán reducir el consumo, y que al final de mes notarás muy positivamente:
¡Aprovecha los rayos de sol!
Parece obvio, pero subir las persianas y descorrer las cortinas si nos está dando el sol en la ventana aumentaremos significativamente la temperatura de la estancia.
¡Adiós a las rendijas!
Un buen aislamiento es la base de un hogar confortable, tanto en invierno como en verano. En muchas ocasiones son pequeñas rendijas cercanas a puertas y ventanas las que impiden que nuestra casa se mantenga con una buena temperatura, lo que conlleva a un aumento del gasto en calefacción extra e innecesario. Debemos ir a la “caza y captura” de estos pequeños espacios y eliminarlos con un buen aislamiento.
Hay que ventilar, pero con control
Ventilar nuestra casa es algo necesario en el día a día, sin embargo no hay que excederse o perderemos todo el calor acumulado previamente. Después, nos costará mucho volver a conseguir la temperatura de confort. Es preferible ventilar a medio día, cuando no hace tanto frío como a primera hora de la mañana. 5 minutos serán suficientes.
¡Atento al mantenimiento de los radiadores!
No es necesario atenderlos constantemente, pero sí que es importante purgarlos y revisarlos al menos una vez al año, especialmente antes de que empiece la temporada de frío. Así en el momento de encender la calefacción todo estará listo para funcionar eficientemente. Un sistema limpio y bien conservado consume mucha menos energía y genera mucho más calor.
¡Programa, regula y vigila!
Gracias a los sistemas digitales actuales, podemos incluso regular la temperatura de nuestra casa y de cada estancia en remoto desde nuestro Smartphone. Si prestamos atención y hacemos un buen uso de la programación a horas concretas y necesarias y a temperaturas adecuadas, el gasto descenderá notablemente y mantendremos el confort en el hogar.
¡Echa mano de pijamas, batas y mantas!
Son los complementos ideales para el hogar en los meses de invierno. Nos ayudarán a estar cómodos y calentitos sin que nuestra factura se resienta. La calefacción no debe subir más allá de los 21º, que es la temperatura ideal en invierno. Cada grado más alto en calefacción supone un 7% más en consumo y gasto.
