Los hornos y cocinas de leña nos permiten calentar la estancia y además cocinar alimentos. Gracias a un compartimento en su parte superior que funciona como si fuera un horno con parrilla, podemos utilizar nuestro sistema de calefacción como una cocina estupenda.
Se pueden colocar contra la pared, entre los muebles bajos de la cocina, en el hueco de una chimenea o también exentos.
- Hornos de leña
Un horno de leña se compone de una cámara de combustión, en la que se introducen los troncos, y un compartimento para cocinar y asar los alimentos. Suelen estar hechas de acero inoxidable o hierro fundido. En función del modelo pueden tener una o varias bandejas en el horno, o incluso parrilla para asar.
También hay varios tipos de instalación, de modo que pueden encastrarse o colocarse exentos.
- Cocinas de leña
Las cocinas de leña son una buena alternativa económica y ecológica a las cocinas eléctricas. Suelen estar divididas en horno, parrilla y encimera vitrocerámica, y tienen un hogar refractario o de hierro fundido en el que se produce la combustión de la leña que sirve para cocinar y para calentar la habitación.
Por sus características, están diseñadas para ser encastradas en la cocina.
- Estufas con horno
Este tercer tipo de instalación es la opción perfecta si buscas una forma atractiva para calentar tu salón o comedor, y además si deseas aprovechar la estufa también para cocinar.
Están formadas por una cámara de combustión de diferentes tipos según el material con el que estén hechas, y un horno normalmente de acero que cuenta con una o varias bandejas y parrillas para cocinar.
Como veis hay muchas opciones en el caso de que queramos que nuestro sistema de cocina y calefacción estén unidos. Son métodos por lo general mucho más económicos que los sistemas convencionales, sostenibles con el medio ambiente y además aportan un encanto especial por el efecto del fuego y su estética antigua.