A pesar de que en la mayoría de los hogares el agua caliente sanitaria viene por calderas con sistema de gas natural, todavía podemos encontrar en muchos otros termos eléctricos o calentadores de agua eléctricos.
Los termos eléctricos se caracterizan por calentar el agua a través de una resistencia que se pone en funcionamiento en cuanto la temperatura del agua es baja, de modo que siempre se puede acceder al agua caliente de manera inmediata, cosa que no ocurre con las calderas de gas, donde hay que dejar correr el agua un poco hasta que sale caliente.
Pero estos termos eléctricos, como todos los aparatos, tienen ventajas e inconvenientes. ¿Quieres conocerlos?
Lo mejor de los termos eléctricos
Una de las mayores ventajas por lo que muchas personas aún eligen los termos eléctricos es por su facilidad de instalación, ya que no requiere la engorrosa obra de una instalación de gas. Por otro lado, ¿a quién le gusta quedarse a mitad de la ducha sin agua caliente? Esto no ocurre si disponemos de termo eléctrico en casa, pues el agua tendrá siempre una temperatura constante.
¿Tener varias facturas cuando podemos tenerlo todo en una? Esto ocurre si en el hogar se cocina con vitrocerámica, la cual funciona por electricidad al igual que el termo. Asimismo, no hay por qué preocuparse de tener algún tipo de salida de gases.
¿Y si la comunidad decide poner placas solares? ¡Más ventajas! Puesto que los termos eléctricos son totalmente compatibles y combinables con ellas.
Las mínimas desventajas de los termos eléctricos
Una de las pocas desventajas es que los termos eléctricos tienen un limite de capacidad de agua en el depósito y, una vez agotada, habrá que esperar hasta que éste vuelva a llenarse. Pero, ¿quién gasta más de 60 o 100 litros de agua al día? Recuerda que puedes elegir entre varios tamaños de depósito, sin embargo, a mayor capacidad, mayor espacio necesitaremos para colocar el termo.
