Tener agua caliente sanitaria (ACS) conlleva un gasto energético que depende siempre de las dimensiones de la vivienda. Es por eso que llevar un seguimiento de medidas de ahorro y un buen uso del agua hará que usar el ACS de manera eficiente sea posible.
En el momento en el que la decisión de adquirir un sistema de agua caliente sanitaria está tomada, hay que tener en cuenta que las calderas de condensación con gas natural con depósitos de acumulación son los equipos más eficientes. Además, si los depósitos acumuladores y tuberías están en una zona bien aislada, podemos conseguir un ahorro de calor de incluso un 70%.
Un factor que debemos tener muy en cuenta es la distancia o recorrido que hará el agua desde donde se genera hasta donde se hace el consumo, pues cuanto más largo sea, más posibilidad de pérdidas podemos sufrir. También hay que tener en cuenta las dimensiones del depósito de almacenado, pues hay que calibrarlas para que el generador de calor funcione a máxima potencia, evitando siempre el número de paradas y arranques que pueda sufrir.
Una de las mejores opciones para lograr un ahorro de agua es adquirir un sistema de detección de fugas de agua para controlar en cualquier momento las posibles fugas que, a simple vista, no vemos. Este sistema es perfecto para conseguir evitar cualquier tipo de pérdida de agua o cualquier daño en la vivienda por las filtraciones, humedades o goteras.
A parte de todo lo dicho anteriormente, recuerdamos que la mejor forma de ahorra es hacer un consumo responsable del agua, cortando el grifo cuando no necesitemos más agua en el caso de lavarnos las manos, los dientes… También debemos aprovechar el agua usada para usos de no consumo como regar o limpiar el suelo, siempre que sea posible.
