El evaporador en el aire acondicionado es una de las partes más importantes del aparato para que funcione correctamente. La función del evaporador es producir frío mediante la absorción de calor del ambiente. Este proceso se produce con la evaporación a partir del calor absorbido del líquido refrigerante que está circulando y, de esta forma, se mantendrá la temperatura adecuada en el gabinete del refrigerado. Si el evaporador en el aire acondicionado no funciona correctamente, todo el sistema de refrigeración se verá perjudicado.
Comportamiento del evaporador
El evaporador en el aire acondicionado suele ser de aluminio, latón o cobre debido a que estos materiales son buenos conductores térmicos. Además, dependiendo del tipo de intercambio de calor, si lo queremos con más o menos superficie, pueden ser tubos lisos o con aletas externas e internas.
Para que el refrigerante llegue a la tubería de aspiración del compresor en estado vaporoso, el líquido debe convertirse en vapor en el tiempo que dura desde que el calor entra por un extremo del evaporador y sale por el otro. Para ello, se utiliza la válvula de expansión termostática, parte imprescindible para regular el paso del líquido refrigerante, dejando pasar solo la cantidad exacta que puede ser vaporizada.
Si el evaporador en el aire acondicionado se llena del líquido, estamos ante un tipo de evaporador inundado, donde el nivel de líquido es controlado por la válvula de flotador. Con este sistema, aumenta el rendimiento hasta en un 20% del evaporador. Pero si la circulación del refrigerante se controla con una válvula fija que da paso a una bomba, estamos ante un tipo de evaporador sobrealimentado, donde el exceso de refrigerante y el vapor se separan mientras este último es aspirado hacia el compresor.