Las ventajas que ofrece el uso de un radiador eléctrico como calefacción es una de las grandes preguntas que se formulan los clientes a la hora de buscar un sistema de calefacción para instalar en su hogar. Durante los últimos años el radiador eléctrico ha protagonizado bastante auge y son muchos los clientes que se acaban decantando por él.
Una de las grandes ventajas que ofrecen los radiadores eléctricos en comparación a la calefacción tradicional es su rápida y sencilla instalación. Mientras que las tradicionales requieren una compleja instalación mediante tuberías, conductos y calderas, para poner un radiador eléctrico no necesitamos ningún tipo de obra. Eso nos permite poder empezar a disfrutar de la calefacción pocas horas tras su pedido. Sólo se necesita un par de agujeros en la pared, que se pueden realizar con un taladro doméstico, para poner los soportes donde queramos poner el radiador. Una vez situado ya solo hace falta adecuar la temperatura que queramos para poder empezar a disfrutar de su confort.
Pero, ¿cuál es mejor sitio para colocarlo? Expertos coinciden en que ponerlo debajo de las ventajas es una de las maneras más eficientes de aprovechar su rendimiento y conseguir una mejor distribución del aire caliente por la habitación en la que se encuentra instalado. A su vez, es aconsejable no poner ningún objeto encima, ni cubrirlos con telas o tejidos.
Por último, otra de sus grandes ventajas es el bajo consumo energético y es el principal factor que hace a muchos consumidores decantarse por los radiadores eléctricos como sistema de calefacción. No obstante, aconsejamos hacerte con los radiadores que hay en el mercado específicos de bajo consumo.
Por lo tanto, facilidad de instalación y colocación, y su bajo consumo y coste económico son los grandes puntos a favor de los radiadores eléctricos.