La bajada de temperaturas y la llegada de los meses de más frío nos llevan a comparar para determinar cuál es el sistema más adecuado para nuestras necesidades y características para instalar en nuestro hogar. En este artículo, vamos a hablar de la caldera de condensación, sus ventajas e inconvenientes.
Este tipo de calderas ofrece un rendimiento mayor que una normal, permitiendo ahorrar energía y gastar menos, a la vez que consigues aumentar el confort y bienestar de tu casa. Por lo tanto, su eficiencia energética es una de las grandes ventajas que aporta una caldera de condensación. Esto es debido a su funcionamiento a partir de la recuperación del calor que proviene de la condensación del vapor de agua. Algo que no sucede con las calderas tradicionales.
Con este novedoso sistema, no solo conseguimos mayor eficiencia energética, sino que, como mencionamos anteriormente, se alcanzan importantes ahorros en la factura del gas llegando a porcentajes próximos al 30%. Esto supone que en pocos meses se puede conseguir amortizar la compra del aparato.
Su respeto por el medio ambiente es otra de sus características que podemos destacar. Las calderas de condensación pueden reducir hasta un 70% las emisiones de óxido de nitrógeno y dióxido de carbono. Por ello, con la implantación de este tipo de calderas cambiándolas por las antiguas, supondría un apoyo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país.
Además, la ausencia de ruido es otro de los puntos a favor que podemos destacar de este tipo de caldera, ya que, por su funcionamiento se evita el sonido que producen las calderas convencionales al encenderse y/o apagarse. Al mismo tiempo, supone un sistema totalmente compatible con las instalaciones de gas, calefacción y agua caliente que ya tengas instaladas en tu casa.
