El verano ya ha llegado a su fin. Las cazadoras, las camisetas de manga larga y las chaquetas vuelven a ocupar los estantes de los armarios para sobrellevar el otoño. Sin embargo, las temperaturas todavía no alcanzan el frío extremo de los meses de invierno, pero ya hay personas que empiezan a reclamar encender la calefacción en los días de más frío. Pero, ¿cuál es el mejor momento para volver a activarla? Y, ¿cuál es la temperatura adecuada para nuestro bienestar físico?
Aunque algunos días haga frío, cabe tener en cuenta que, si atrasamos el encendido de la calefacción el medio ambiente lo agradecerá. Además, por cada grado que subamos el gasto energético asciende hasta un 7%.
La cantidad de ropa que uno lleve, la grasa corporal y el género son algunos de los aspectos que influyen en las diferencias en cuanto a sensación térmica. La temperatura recomendable en invierno para tu calefacción se encuentra entre los 19 y los 21 grados durante el día, descendiendo a 15 y 17 grados durante la noche, según indicaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía. Por su parte, en el lugar de trabajo la temperatura debe oscilar entre los 17 y los 27 grados. Por debajo de los 14 o por encima de los 27 puede producirse estrés de temperatura y existir importantes cambios con la temperatura exterior.
