Con la llegada del verano y las altas temperaturas el cuerpo realiza un mayor esfuerzo para estabilizar la temperatura corporal y con ello evitar repercusiones en nuestra salud. Bajadas de tensión, somnolencia, e incluso lipotimias pueden ser algunas de las consecuencias por el calor excesivo.
Para sobrellevar mejor esta situación en los diferentes puestos de trabajo, la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT) ha elaborado una serie de recomendaciones que nos ayudaran a evitar este tipo de situaciones. Beber con frecuencia agua, zumos de frutas o bebidas isotónicas y como mínimo dos litros diarios, se sitúa como la recomendación básica y principal ante las altas temperatura, así como evitar el alcohol, los refrescos azucarados o con teína que favorecen la deshidratación. El tipo de vestimenta que se lleva al lugar de trabajo también está incluido entre estos consejos asegurando que la ropa ligera, de lino o algodón, es la mejor elección ante las altas temperaturas. Controlar el aire acondicionado es otro punto a tener en cuenta, mantenerlo entre los 23 y 25 grados, ya que un mal funcionamiento puede provocar somnolencia y problemas de concentración en el trabajador. Del mismo modo, se incluye en este punto evitar colocar trabajadores cerca de los chorros de aire para que el cambio del ambiente fresco de la oficina al calor del exterior sea lo menos brusco posible.
Por otra parte, también añaden hacer pequeños descansos en lugares frescos que sirvan para aprovechar para humedecer las muñecas y la cara, e incluir alimentos ligeros y con alto porcentaje de agua, como las ensaladas, frutas, gazpacho o salmorejo, en nuestra dieta.
