Mantener un ambiente saludable tanto en nuestra vivienda como en espacios de trabajo es fundamental. Para ello, debemos contar con equipos de extracción tanto en el baño como en la cocina.
Los extractores de aire del baño suelen instalarse en el techo, y su forma de activación más corriente es mediante un interruptor clásico en la pared, que se puede configurar para que se active a la vez que se enciende la luz.
Dependiendo del tamaño del extractor y del modelo elegido, éstos serán más o menos ruidosos.
A fin de cuentas, el objetivo de instalar un equipo de extracción es principalmente el de eliminar los malos olores y la humedad producida por el vapor de agua caliente que se produce en la ducha o al cocinar. De esta forma evitamos los daños que genera la presencia de humedad constante como la aparición de moho, muy tóxico para el sistema respiratorio.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es si nuestro extractor de aire realmente está haciendo una buena función. Como al activarse suelen hacer ruido, ese ruido parece indicarnos en todo momento que está funcionando de forma correcta. Sin embargo hay posibilidad de que su funcionamiento no sea el correcto.
Debemos estar atentos y no confiar en que el sonido que emite nos está indicando un buen funcionamiento. Una forma de comprobarlo es detectar si después de una ducha el extractor funciona durante unos minutos y la humedad desciende significativamente. En caso de que no lo haga y por ejemplo el espejo siga empañado, significa que no está funcionando.
En el caso de que necesitemos hacer una reparación, debemos contar con la intervención de manos profesionales. Es probable que si a nivel particular intentamos arreglarlo y hacemos algo mal, perdamos la garantía del proveedor.