Cada año en muchas zonas de España durante los meses de verano, el consumo eléctrico derivado del uso del aire acondicionado se dispara en los hogares, llegando a suponer hasta un 70% del coste eléctrico total.
Si analizamos el funcionamiento de este tipo de sistemas de refrigeración, observamos que cuando la temperatura exterior es muy alta, se produce un mayor consumo de energía incluso sin que la capacidad frigorífica aumente. Sucede todo lo contrario, la máquina desciende su rendimiento, por lo que no cumple correctamente su función.
Además, si la temperatura exterior asciende extremadamente, el equipo se verá obligado a trabajar al máximo de su capacidad. Es posible que incluso lleguen a bloquearse, por lo que disminuirá la vida útil de la máquina y requerirá una mayor inversión en mantenimiento.
Si atendemos a esto, podemos concluir que cuanto menor sea la temperatura del aire que entra al equipo, éste trabajará de forma más sencilla, no forzará tanto y el rendimiento será mayor (y por tanto su consumo descenderá). Podemos conseguir esto gracias a las unidades Mist&Frog, que reducen la temperatura de entrada del aire a un máximo de 20 grados. Así, lograremos que nuestro aire acondicionado trabaje cómodamente y con un consumo energético mínimo. ¡Ahorraremos tanto en energía como en coste económico!
¿Cómo funciona el sistema Mist&Frog?
Es muy sencillo, a la vez que eficaz. Lo que hace es pulverizar gotas de agua minúsculas que se emiten en el aire de ventilación. Cuando el aire caliente se humidifica reduce su temperatura, permitiendo trabajar de forma óptima al aire acondicionado.
La inversión que hay que realizar para la instalación del dispositivo es mínima, siendo rentabilizada en un período de menos de un año.
Cuida bien tu equipo de aire acondicionado, ¡te lo agradecerá y te lo agradecerás!