Los grupos de población más vulnerables a que esto suceda son niños, mayores de 65 años, personas asmáticas y pacientes que sufren problemas de diabetes o hipertensión arterial.
El uso desmesurado de aire acondicionado que se repite cada año durante los meses de verano conlleva ciertos riesgos para la salud. Normalmente estamos expuestos a aires acondicionados a todas horas del día, en la oficina, en casa, en el coche o transporte público o espacios como tiendas o supermercados. Al fin y al cabo, prácticamente todo el día.
Los problemas respiratorios derivados de esa exposición continuada son varios y graves. Es responsable de la mayoría de infecciones respiratorias como faringitis, bronquitis, neumonía y resfriados. Esto se debe a que hay un cambio muy brusco de temperatura entre el calor propio del verano y el frío de los ambientes en los que tenemos activado el aire acondicionado. Además, estos aparatos hacen que el ambiente se reseque mucho, un factor que agrava aún más las dolencias respiratorias.
Las bajas temperaturas debilitan el sistema inmunológico de las vías respiratorias. Por este motivo, los virus y bacterias que están en el ambiente atacan el organismo con mayor facilidad, causando el desarrollo de procesos infecciosos.
El riesgo aumenta especialmente en personas asmáticas o con problemas bronquiales. Los cambios bruscos de temperatura causan que las mucosas de las vías respiratorias se irriten con una mayor facilidad. La consecuencia es que haya frecuentes cuadros bronquiales, crisis asmáticas y apariciones de neumonía, llegando a correr riesgos graves.
Esto no quiere decir que debamos prescindir del aire acondicionado, sino que el uso que hagamos debe ser consciente y responsable.
Para prevenir la aparición de problemas de salud, lo recomendable es utilizar el aire acondicionado de forma moderada. Sin excedernos, apagándolo para dormir y a una temperatura mínima de 23 – 24 grados.
Otro de los aspectos básicos a tener en cuenta es que debemos realizar un mantenimiento periódico de nuestro equipo de aire acondicionado. Especialmente los filtros deben permanecer limpios y en buen estado, para evitar que los virus y las bacterias contaminen el ambiente.
