El silbido del viento
No tiene por qué ocurrir solamente en invierno, pero todos hemos escuchado alguna vez un ligero silbido que hace el viento cuando sopla con intensidad y se cuela por la rendija de una puerta o una persiana. Sucede cuando encuentra un obstáculo a su paso y debe pasar por una zona más estrecha, acelerando su velocidad. De esta forma se provoca este particular sonido silbante.
Efectos físicos del invierno
Puede parecer que no tiene importancia, pero lo cierto es que las estaciones afectan en gran medida a nuestro estado físico y anímico. El clima puede llegar a tener profundos impactos en nuestra salud, estudios científicos han demostrado que puede llegar a afectar a aspectos que van desde nuestra capacidad creativa hasta la predisposición a padecer migrañas (en este caso la hipótesis es que estos dolores de cabeza pueden estar relacionados con los vasos sanguíneos y los cambios circulatorios que ocasiona el frío).
Efectos psicológicos
Existe un vínculo directo entre el invierno y la depresión, sobre todo entre pacientes que sufren un trastorno afectivo estacional.
Hay varios factores que afectan:
- La disminución de la luz solar puede interrumpir el reloj interno del cuerpo.
- El cambio de una estación a otra puede interrumpir el equilibrio de los niveles de melatonina, una hormona que afecta directamente a los patrones del sueño y al estado de ánimo.
Destacamos como dato sorprendente, la conclusión de un estudio que dictamina que los pensamientos y los impulsos violentos tienen a disminuir durante el invierno.
¿Por qué cuando nieva hace mucho menos frío?
Cada vez que nieva, la sensación térmica aumenta. Esto se debe a que los copos de nieve atrapan el vapor de agua y hacen que caiga al suelo junto a ellos. Este vapor de agua, por contacto con las partículas de hielo del copo, se enfrías hata convertirse en hielo también.
Es en este proceso de conversión de gas a hielo cuando se libera calor. Es por ello que cada vez que nieva percibimos un aumento de la temperatura.
El cálculo de la sensación térmica
La sensación térmica es esa percepción de frío o de calor que sentimos, independientemente de la temperatura real. Está determinada por una serie de variables: la humedad ambiental, la velocidad, la dirección del viento, la nubosidad, etc. en relación a la diferencia térmica entre nuestra piel y la combinación entre temperatura y viento.
Por ejemplo, si el termómetro marca una temperatura de 10°C, el cielo está despejado y apenas sopla viento, lo más probable es que nuestra sensación térmica sea de unos 7,5°C.
