Cuando llega el invierno a la oficina se desata una guerra sin cuartel por el control de la temperatura de la calefacción. Lo mismo sucede durante el verano respecto al aire acondicionado. ¿Por qué hay tantas disputas?, ¿cómo puede ser que haya tanta diferencia en la sensación térmica que nos causa una misma temperatura a unos y a otros?, ¿qué dice la ciencia sobre el tema?
La temperatura de la calefacción es uno de los temas más recurrentes en las discusiones en la oficina o incluso en casa entre los miembros de la familia. Por lo general todos hemos observado que los hombres están más cómodos con temperaturas más bajas que las mujeres, y al parecer en muchas ocasiones se trata de un problema para el que se comienzan a tomar medidas cuando se escuchan estornudos de forma recurrente.
La revista científica Nature Climate Change ha publicado un estudio que establece que la clave de la gran diferencia que existe en la percepción del frío entre unas personas y otras, generalmente entre hombre y mujeres se debe al funcionamiento del metabolismo del cuerpo humano. En el caso de los hombres es un 30% más alto que el de las mujeres.
En general, los hombres generan más calor que las mujeres, por ello se sienten más cómodos en temperaturas más frías. En esta investigación se llegó a la conclusión de que la temperatura que está establecida y regulada en la mayor parte de los edificios de oficinas se ajusta a un método implementado durante los años 60. En esta época apenas había mujeres trabajadoras, por lo que la regularización actual no contempla la nueva situación laboral. La implementación se hizo atendiendo al metabolismo masculino, concretamente de hombres de unos 40 años aproximadamente.
Además, debemos tener en cuenta también que el metabolismo se ralentiza con la edad, por lo que si nuestra plantilla no es especialmente joven, más alta debería ser la temperatura en la oficina.
